miércoles, 19 de enero de 2011

Psicología perinatal: una nueva tendencia

Se trata de una novedosa rama de la psicología que estudia, diagnostica y previene situaciones problemáticas en la construcción psicológica de la relación entre el recién nacido y su familia
Las mamás y sus bebés también hacen terapia
Las mamás y sus bebés también hacen terapia
Desde que la ciencia aceptó que el embarazo no es sólo biológico, sino también psicológico y social, aparecieron nuevas disciplinas que abordan diversos aspectos de la salud de la madre y del niño. Una de estas es la psicología perinatal, especialidad que tuvo un enorme crecimiento en la última década, y que se ocupa del proceso psicológico del embarazo, parto, puerperio y los tres primeros años de vida del niño.

“Nuestro objetivo es propiciar un embarazo sano y el sano desarrollo del vínculo entre la mamá, el papá y el bebé después del nacimiento”, explica Soledad Santos, Doctora en Psicología y Becaria del Conicet en el Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Psicología Matemática y Experimental (Ciipme).

Desde hace 20 años, el equipo de Psicología Perinatal del Ciipme investiga esta nueva área y, después de duros años de trabajo, hoy la presenta como una rama de la psicología que aporta un nuevo y particular enfoque respecto de los cuidados a la mamá y el bebé durante el proceso del nacimiento.

“La psicología perinatal tiene una mirada particular que trabaja el vínculo entre la mamá y el bebé como una unidad dentro de un contexto familiar, lo que significa que no trabajamos con un paciente, sino que trabajamos con el vínculo con este bebé”, sintetiza Santos.


“Todas las corrientes psicológicas aceptan que la relación temprana con la madre es fundamental para el desarrollo y crecimiento sano de un niño”, resume la investigadora, y agrega que “la construcción de la aparato psicológico es un fenómeno muy complejo”.

Como manifiesta la especialista, “la psiquis se empieza a formar en la relación del bebé con su mamá y su familia, y las primeras interacciones son etapas críticas y sumamente importantes para la estructuración psíquica”.

“Lo que hacemos es implementar dispositivos para detectar las dificultades e intervenir preventivamente para favorecer el progreso sano del embarazo, parto-nacimiento y la vinculación temprana”, expresa.

Santos realizó uno de los últimos aportes en la investigación: desarrolló un novedoso instrumento de observación del vínculo madre-bebé internado que permita detectar situaciones vinculares problemáticas, lo que significa un importante avance en el estudio empírico de la disciplina.

“Si el bebé nace sano va con su mamá a una sala conjunta y el vínculo se da en la intimidad. En cambio, si es internado en una terapia intensiva neonatal, se relacionan con la presencia e intervención permanente de enfermeros y médicos, en un ambiente tecnológico alejado de lo familiar y conocido”, expone.

En este momento tan paticular es cuando la escala entra en operación, y observa las conductas de interacción entre la mamá y el bebé que está en la incubadora. “El objetivo es detectar qué mamás y qué bebés tienen dificultades para vincularse y poder hacer una intervención oportuna”, revela.

La escala se basa en la observación de seis funciones vinculares que son: la función visual, la verbal, la postural, la corporal, la función de acercamiento y la de contacto con la incubadora, que pueden partir de la mamá y tener una respuesta del bebé o viceversa.

Sin la necesidad de costosa tecnología, y de un modo rápido y simple, la observación de 21 ítems divididos entre los seis registros de contacto referidos, la escala permite identificar situaciones vinculares adecuadas, poco adecuadas, o no adecuadas.

Fuente: Agencia CTyS: FUENTE

1 comentario:

ANA CARDENAS dijo...

Tienes un premio en mi blog!